Ya tenía muchísimas ganas de escribir esta entrada. Los que me conocéis, sabéis que soy poco amiga del sol. Bueno, más bien de estar cómo una lagartija vuelta y vuelta todo el día. No es porque no me guste estar morena (que tampoco soy muy fan), pero no está reñido el tener buen color, con estar achicharrándose al sol todo el día y a parte, estar mal protegido.
Es verdad que yo soy una histérica con ése tema, y siempre ando con protección 50+ en el bolso (además de aplicarme todos los días mi hidratante con 20SPF mínimo), mis amigos y familiares son los que me sufren todo el día dando la lata con que se protejan, que luego salen manchas, que se quitan fatal, que ya vendrá “Paco con las rebajas” y que después ¡no me vengan a pedir solución!